Nuestra filial colombiana ya forma parte de la SAI (Sociedad Antioqueña de Ingenieros y Arquitectos de Medellín), y para celebrar un hito tan importante como este, hemos querido escribir un post sobre un trabajo excepcionalmente interesante para nosotros: El Diagnóstico y estudio de viabilidad técnica y económica de la explotación del relleno sanitario de Nuevo Mondoñedo (Colombia).

Esta asistencia técnica especializada ha contado con características excepcionales que han hecho de ella un apasionante reto para PROMA.

El relleno sanitario (que es el nombre usado en Colombia para los vertederos, y por tanto, el que usaremos de aquí en adelante para este post) es operado en la actualidad por el Consorcio Relleno Sanitario Nuevo Mondoñedo (RSNM), que está conformado por las compañías HERA HOLDING HABITAT, ECOLOGIA Y RESTAURACIÓN AMBIENTAL, S.L., COSPOASEO TOTAL S.A. E.S.P. Y VELZEA LTDA.

Este relleno se encuentra localizado en Bojacá, Cundinamarca (Colombia) y es el segundo más grande de la capital del país. Este relleno está conformado por tres vasos cada uno de ellos con una superficie de 6.5 Ha, 4.5 Ha 5.9 Ha. En operación de la celda diaria se utiliza material sintético de cobertura con el fin de aislar diariamente los residuos del medio exterior para reducir la infiltración de aguas de lluvia, disminuir la contaminación visual y evitar la dispersión de partículas y materiales de los residuos al ambiente. Recibe en torno a 1.600 tn/día (unos 200 camiones diarios de RSU).

La pluviometría de la zona es muy alta, superando los 800 mm anuales de precipitaciones, además de situarse a una altitud muy elevada, por encima de los 2.000 metros, lo que hace que el relleno se enfrente a unas condiciones climáticas muy particulares.

El objeto principal del trabajo realizado por PROMA es el diagnóstico de la situación ambiental de la explotación actual que permita definir las pautas de reordenamiento y reformulación de la explotación dentro de un nuevo modelo de gestión del relleno sanitario en base al riesgo detectado. Para ello, se ha aplicado una metodología propia de diagnóstico ambiental, realizada por primera vez en el año 2.003, en la cual se han de caracterizar los pasivos y riesgos ambientales (riesgos por contaminación, emisión de lixiviados, emisión de biogás, inestabilidades o el conjunto de varios de los riesgos mencionados) para obtener información relevante para la toma de decisiones en la gestión. Esta metodología, ha sido realizada y aplicada por PROMA en varios rellenos sanitarios, tanto de España, como de Centroamérica.

Para la aplicación de esta metodología, se comienzan los trabajos con una exhaustiva toma de datos, o trabajo de campo, consistente en la realización de catas de 3 a 5 metros de profundidad que midieses el nivel de lixiviado en superficie en zonas localizadas del diagnóstico. Además, se realizaron mediciones en todas las chimeneas de biogás existentes en el relleno con medición de nivel freático. A través de estos datos, también se pudo realizar una caracterización del lixiviado con el objetivo de analizar cómo se degrada el residuo bajo la cobertura y obtener conclusiones sobre degasificación.

Tras la toma de muestras inicial, se realizó un modelo 3D de cálculo del volumen de lixiviado, que se contrastó con tomografías realizadas previamente sobre el relleno, obteniéndose de esta forma, datos muy fiables sobre el volumen existente en su interior.

Con la aplicación de la metodología de diagnosis mencionada se detectó de forma definitiva y certera que el balance hídrico del relleno es deficitario, es decir, que existe una acumulación de lixiviados en el interior del mismo por encima de su capacidad de campo, debida principalmente a las altas precipitaciones y al ineficiente drenaje y evacuación de las mismas.

Este almacenamiento de lixiviado ha producido como consecuencia, que debido a la impermeabilización de la cobertura diaria realizada con geomembrana, se produzca una recirculación constante de lixiviados y concentrados de sus sistemas de tratamiento. La acumulación de lixiviados, en consecuencia, inhibe la producción de biogás, por lo que el relleno se encuentra inactivo y no existe aprovechamiento energético del biogás.

Por tanto, PROMA ha realizado un plan de actuaciones para la evacuación del agua de lluvia, aprovechando una nueva tecnología de puesta en obra del material que ya se utiliza en este relleno como material de cobertura, la geomembrana. Con la correcta metodología y proceso de puesta en obra de este material, aprovechando el buen asentamiento que se produce en el vertedero, y la colocación sobre el mismo de un sistema de drenaje de gravas (cordones de grava), se evita que el agua de lluvia penetre en el relleno y se puede proceder a reducir su capacidad de campo progresivamente.

Para la extracción del lixiviado ya existente en el interior del relleno, PROMA ha diseñado unos pozos drenantes horizontales situados en taludes y bermas que permitirán drenar el lixiviado desde arriba hacia abajo. De esta forma, no se perjudica la estabilidad del relleno y se va secando el mismo en su parte superior, dejando progresivamente partes secas en el relleno, que se podrán activar y comenzará la producción de biogás, optimizando también su generación a futuro.

De esta forma se evita que entre agua de lluvia al relleno y se podrá reducir la capacidad de campo de lixiviados del vertedero extrayendo poco a poco el volumen que contiene en la actualidad. Para sacar el lixiviado se han diseñado unos pozos drenantes horizontales, hincando un dren horizontal en los taludes y bermas a una determinada altura para que vaya extrayendo el líquido según queramos e ir bajando el NF desde ARRIBA. Es muy importante que sea desde arriba para impedir que aumente más, para que no haya problemas de estabilidad y para que vaya secando la parte superior y así empezar a activar el relleno y que empiece a generar biogás, optimizando así su generación a futuro.

Arriba izquierda: Modelo 3D volumen lixiviado. Arriba derecha: Fotografías del relleno y chimenea de combustión de biogás. Abajo: Equipo de PROMA Colombia con el RSNM